Quien crea que el clima y la seguridad no están relacionados, es hora de que despierten a sus oscura ignorancia. No se refiere es que si llueve los ladrones salen o si hay un fuerte sol estos se van.

Se trata de cómo se comportan los elementos de seguridad cuando se someten a la intemperie, que tan resistente son a ataques de factores externo, como la humedad, la temperatura de los rayos solares, la fuerza de los vientos o la inclemencia de las bajas temperaturas.

Los cerrajeros profesionales saben que hay que instalar cerraduras fabricadas con los mejores metales cuando estamos frente a la brisa marina, porque la oxidación, provoca un problema de seguridad cuando estas cerraduras se rompen o atascan. O también que siempre se deben comprar cerraduras de buena calidad si las temperaturas bajas van a dificultar su manipulación porque se pueden congelar.

La Industria de la cerrajería previene este tipo de inconvenientes, pero solo los fabricantes mas eficientes lanzan al mercado productos integrales. Ciertos productos funcionan de manera excelente en situaciones ideales, pero ante una variedad se desploman, como si tuviesen un talón como el de Aquiles.

Detectores de presencia

Estos sensores han venido a cubrir un área muy importante en la seguridad de un inmueble. Aunque no evitan que un ladrón entre o que se dañe la propiedad si puede alertar y aporta tiempo de reacción para reducir los daños o para llamar a la policía o algún ente de defensa.

Pero su mayor debilidad es la ubicación con respecto al área. Obviamente las puertas con detectores de presencia resguardan el sensor de algún ataque de fuerza, pero los dispositivos externos, pueden alterarse cuando hay fuertes vientos, lluvias externas y hasta temperaturas altas que lo hagan funcionar de manera irregular por sobrecalentamientos, ya se sabe que cualquier equipo electrónico se daña con el calor mas que con el frio.

Desgaste y oxidación

Los productos de cerrajería, generalmente resisten muy bien, a la oxidación. Hoy en día los materiales de fabricación son muy superiores a las aleaciones que se usaban hace 30 años. El acero inoxidable es el protagonista de mucha de las piezas de cerrajería y sus accesorio. Es sabido de sobra que un metal oxidado es una pieza débil y es lo contrario que se quiere cuando se busca buena cerrajería.

La madera también sufre el embaste del clima sobre todo en las zonas donde las estaciones climáticas se presentan con mayor fuerza. El llamado de atención es a escoger materiales de primera, sea cual sea el producto. Arte de la fuerza y resistencia lo determina de lo que esta hecho algo.

Facilidad de acceso

Los días lluviosos son un ejemplo de cando debemos contar con sistema de acceso rápido. Nadie quiere estar frente a la puerta cuando nos mojamos con la lluvia, por ello las cerraduras modernas usan conexiones inalámbricas y detección de llaves a distancia para facilitar el rápido acceso a la propiedad.

Cualquier factor externo puede alterar el nivel de seguridad acostumbrado, una buena cerrajería contempla estos cambios y ofrece adaptabilidad.